Una mañana de Invierno, miró por la ventana mientras se vestía. Ya no odiaba el Invierno pues sabía
que el Invierno era simplemente la Primavera dormida, y que las flores estaban descansando.
El gigante egoísta, Oscar Wilde
Saborear el lado salado
de un te quiero,
que está a punto de pronunciarse.
Llegar al límite,
creer que todo es posible,
hasta lo imposible.
Dar el todo del todo,
sin miedo a nada,
sin esperar nada a cambio,
sólo una respuesta.
Acercarse al final de un camino,
iniciado un tiempo atrás,
desear con fuerza un sí,
que te haga estar a ti allí,
esperando esa pregunta.
Tienes una poesía muy personal e íntima, pero a la vez es clara y directa. Me gusta mucho :)
ResponderEliminarBesos
Eres valiente y maduro, para la edad que tienes. Sigue así, Diegui. Bss
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